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domingo, 10 de febrero de 2013

150 palabras: El disfraz de hipopótamo (hipopótamo, noche, sillón)



Unos días antes de carnaval, mamá le preguntó a Guillermo de qué quería disfrazarse.

-De hipopótamo –contestó Guillermo.
-Perfecto. Te prepararé un disfraz de hipopótamo.

Esa semana mamá tuvo mucho trabajo y fue incapaz de hacer el disfraz que había prometido a Guillermo. El día anterior a la fiesta de carnaval Guillermo le dijo:

-Mamá, no te olvides que mañana es la fiesta. ¿Tienes listo mi disfraz de hipopótamo?
-Por supuesto, pero quiero que sea una sorpresa. Mañana temprano lo encontrarás al pie de tu cama.

Cuando Guillermo se durmió mamá se sentó en el sillón a confeccionar el disfraz de hipopótamo. No quería incumplir su promesa y desilusionar a Guillermo. Estuvo casi toda la noche cosiendo, y finalmente consiguió tener listo el disfraz, aunque no quedó como le hubiera gustado.

Al despertar, Guillermo encontró su disfraz y pensó: “esto parece más un elefante que un hipopótamo”, pero decidió no decirle nada a mamá. Sabía que había estado trabajando en él durante toda la noche.

Se puso el disfraz con ayuda de mamá y se fue al cole, dispuesto a disfrutar de la fiesta de carnaval.

domingo, 27 de enero de 2013

150 palabras: Besos (letras, colchón, ahora)


Como cada domingo, después de la comida María y mamá se tumbaron sobre el viejo colchón de la abuela a descansar. En la radio sonaba “Todo de transforma”, la canción favorita de mamá.

-¿Cuántas letras tiene la palabra “transforma”? –preguntó María.
-Vamos a contarlas.
-Te, erre, a, ene, ese, efe, o, erre, eme y a -deletrearon a dúo.
-Diez –sentenció María.

Mamá le dio un dulce beso en la mejilla. No hay nada mejor que los besos de mamá, pensó María.

-¿Mami, podemos encender la televisión?
-¿Ahora?
-Sí, deben estar dando mi programa favorito.

Mamá se puso de pie, apagó la radio y encendió la televisión. Efectivamente, estaban dando el programa favorito de María.

-Mami, no te vayas. Quédate un momento más conmigo.- Mamá se tumbó nuevamente al lado de María. -Gracias mami –dijo María, dándole un suave beso en la mejilla. No hay nada mejor que los besos de María, pensó mamá. 



PD: Vale la pena dedicar unos minutos a escuchar esta canción, una de mis favoritas.


domingo, 20 de enero de 2013

150 palabras: El viejo tocadiscos (Tocadiscos, rojo, cemento)


Ana subió a la buhardilla de casa de su madre a buscar el paraguas rojo que había comprado en Buenos Aires un año atrás. En una esquina, cubierto de polvo, se encontraba el viejo tocadiscos de su niñez. Junto a él, un disco de vinilo de “Parchís”, aquel que le regalaron sus padres al cumplir 6 años.   

A pesar de que tenía prisa, no pudo resistir la tentación de probar si funcionaba. Colocó el disco y se sorprendió al ver que sonaba perfectamente. Una sonrisa iluminó su rostro, y se sintió invadida por una dulce nostalgia.

Las canciones la transportaron momentáneamente a aquellos años de su infancia que recordaba como los mejores de su vida; cuando los días transcurrían entre las aulas del colegio y aquel patio de cemento en el que jugaba por las tardes con sus inseparables amigos.

-¡Ana, ya llegó Javier! –gritó su madre- trayéndola nuevamente al presente.

domingo, 6 de enero de 2013

150 palabras: Viaje en globo (globo, sueño, reyes)



Carlos tenía un sueño: volar en globo y llegar hasta las nubes. Para conseguirlo decidió pedir ayuda a los Reyes Magos. 

-Jajaja –rió su hermano mayor Luis cuando se lo comentó- los Reyes sólo traen regalos.

Triste y decepcionado por el comentario de Luis, Carlos se fue pronto a su habitación la noche de Reyes, pero decidió mantenerse despierto para esperarlos. Colocó agua y galletas en la ventana y se tumbó sobre la cama.

Bien entrada la noche, vio un hermoso globo aerostático multicolor acercarse a la ventana. Dentro estaban sus Majestades, quienes lo invitaron a subir. Volaron tan alto que al estirar sus brazos Carlos podía tocar las nubes, y las estrellas y la luna se encontraban muy cerca. A lo lejos se divisaban las luces que iluminaban su ciudad.

Temprano por la mañana Carlos fue a buscar a Luis para contarle lo sucedido. Medio dormido, Luis lo miró y dijo:

-Sí, lo sé. Has volado en globo.  


"La posibilidad de realizar un sueño es lo que hace que la vida sea interesante."

Paulo Coelho



domingo, 30 de diciembre de 2012

150 palabras: El lugar en el mundo (ilusión, responsabilidad, león)




Aburrido de ser el rey de la selva, el león fue en busca del sabio elefante.

-No quiero ser más el rey de la selva.– sentenció.

-¿Por qué?- preguntó el elefante sorprendido, pues miles de años atrás, cuando todos los animales de la selva se reunieron para elegir un rey, él aceptó el cargo con mucha ilusión.

-Ningún otro animal de la selva tiene tu valor y tu coraje.- continuó el elefante- Nadie puede protegernos como lo haces tú. Quizás hoy estás aburrido, triste y cansado, pero éste es tu lugar en el mundo. Si nos abandonas estaremos perdidos.

El león no supo qué responder. Como siempre, el elefante tenía razón, él era el animal más valiente de la selva, y era su responsabilidad proteger y defender a los demás. Ése era su lugar en el mundo y lo que daba sentido a su vida. 



domingo, 23 de diciembre de 2012

150 palabras: Un deseo (estrella, árbol, idea)


Sira abrió los ojos y observó que el verde y frondoso árbol bajo el que se había acostado seguía ahí. Se sentía mucho mejor. Ese terrible dolor de cabeza había remitido y su cuerpo estaba nuevamente lleno de energía.



Decidió que era hora de volver a casa. Si caminaba de prisa llegaría antes de la cena. Mis padres estarán preocupados, pensó. Había tenido la idea de salir a dar un paseo después de comer para despejarse,  pero el cansancio y el malestar la obligaron a acostarse un momento bajo el árbol, cayendo en un profundo sueño.

Empezaba a caer la noche y en el cielo despejado se divisaba la primera estrella. “Cuando veas la primera estrella de la noche no olvides pedir un deseo”, le decía su padre con frecuencia. Así lo hizo, como cada noche.

¿Y tú, qué deseo pedirías?

domingo, 16 de diciembre de 2012

150 palabras: Una niña afortunada (vela(s), cama y muñeco)




Aquella mañana Inés fue la primera en levantarse de la cama. No podía esperar más, quería saber qué le había traído Papá Noel. ¡Menuda desilusión se llevó al ver que no había regalos bajo el árbol!

-No lo entiendo. –le dijo a su inseparable muñeco de peluche Coco.- Con lo bien que me he portado este año. 

Una lágrima recorrió su mejilla.

-No estés triste Inés. Eres una niña muy afortunada. Tienes muchos juguetes. Y muchos amigos. Y mamá y papá te quieren más que a nada en el mundo. Y me tienes a mí. Yo estaré siempre contigo. –comentó el muñeco intentando animarla.

Inés abrazó fuerte a Coco, aun con lágrimas en los ojos. De pronto escucharon una hermosa melodía a lo lejos y corrieron hacia la puerta. Al abrirla descubrieron cuatro preciosas velas rojas y divisaron un trineo que desaparecía a lo lejos. Papá Noel había estado ahí. 



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