jueves, 31 de enero de 2013

Tobi, nuestro perro de peluche


Hace unas semanas fuimos a Ikea a comprar juguetes para el enano. Mientras mirábamos y escogíamos, Mateo encontró este gran perro de peluche -mide 70 cm-, lo cogió y empezó a ir de un lado a otro con él de lo más contento, lo cual no es de extrañar conociendo lo mucho que le gustan los perros. Al verlo decidimos dejar algunos de los juguetes que habíamos elegido y llevarnos el perro de peluche.




Le pusimos de nombre "Tobi" en honor a un perro que conocimos en nuestra mini-escapada navideña y que simpatizó mucho con Mateo. Tobi es ahora un miembro más de la familia. Por las mañanas Mateo suele ir a buscarlo, lo abraza, lo acaricia como le ha enseñado papá y lo trae a nuestra cama para que le demos los buenos días.

Durante el día lo coge varias veces y lo lleva por toda la casa, lo abraza y le hace cariño, y a veces por las noches lo trae a la cama y quiere acostarse con él (ocupa la mitad de la cuna!). En un par de ocasiones se ha dormido con él y después yo lo he sacado para que pueda moverse con más libertad ;) Le encanta que papá y yo hagamos como que Tobi nos lame la cara, o nos "ataca" a modo de juego. Le gusta que se lo hagamos a él también.

Creo que a Mateo le haría mucho bien tener un Tobi de carne y hueso. Ojalá algún día esto se haga realidad. 

¿Cuál es el peluche favorito de tus hijos?

miércoles, 30 de enero de 2013

Miércoles Mudo: En el parque




lunes, 28 de enero de 2013

Escuchar, simplemente escuchar


Hace algunos días CRIANZA Positiva publicó esta imagen en facebook. Al leerla pensé: "Qué difícil es a veces simplemente escuchar...". 


Vía Crianza Positiva

Escuchar y comprender. Escuchar paciente y honestamente, con y desde el corazón. Escuchar atentamente y sin interrumpir. Escuchar sin pensar en lo que vamos a decir a continuación. Escuchar sin juzgar, aunque sea en silencio. Escuchar sin "minimizar" en nuestro afán por animar y restar importancia a lo que nos puedan estar contando. Escuchar sin sermonear o reprimir. Escuchar sin aconsejar o dar soluciones.

Muchas veces, cuando estamos enojados, tristes, confundidos, arrepentidos, o tenemos un problema, lo único que necesitamos es ser escuchados. No buscamos consejos, ni soluciones, ni aprobaciones o desaprobaciones -ya habrá tiempo para eso después-. Buscamos liberar eso que llevamos dentro. Buscamos algo tan simple como un "te entiendo" o un abrazo de esos que hablan por sí solos y que nos permiten sentirnos acompañados, seguros y comprendidos.

Muchas veces, lo único que necesitan nuestros hijos, maridos, amigos o padres es simplemente ser escuchados.

¿Realmente es difícil escuchar? ¿Sabemos hacerlo? ¿Qué opinan?

domingo, 27 de enero de 2013

150 palabras: Besos (letras, colchón, ahora)


Como cada domingo, después de la comida María y mamá se tumbaron sobre el viejo colchón de la abuela a descansar. En la radio sonaba “Todo de transforma”, la canción favorita de mamá.

-¿Cuántas letras tiene la palabra “transforma”? –preguntó María.
-Vamos a contarlas.
-Te, erre, a, ene, ese, efe, o, erre, eme y a -deletrearon a dúo.
-Diez –sentenció María.

Mamá le dio un dulce beso en la mejilla. No hay nada mejor que los besos de mamá, pensó María.

-¿Mami, podemos encender la televisión?
-¿Ahora?
-Sí, deben estar dando mi programa favorito.

Mamá se puso de pie, apagó la radio y encendió la televisión. Efectivamente, estaban dando el programa favorito de María.

-Mami, no te vayas. Quédate un momento más conmigo.- Mamá se tumbó nuevamente al lado de María. -Gracias mami –dijo María, dándole un suave beso en la mejilla. No hay nada mejor que los besos de María, pensó mamá. 



PD: Vale la pena dedicar unos minutos a escuchar esta canción, una de mis favoritas.


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